miércoles, 5 de noviembre de 2008

SEPTIMA FECHA: DALLA COSTA 3 : LA OLGA 0


El sábado a las 13 horas Dalla Costa jugó contra La Olga, un equipo formado en derredor de las visitas diarias de un grupo de amigos a un kiosco precisamente llamado así: era un choque entre dos candidatos, el puntero y su escolta, y terminó ganando el albinegro por 3 a 0, con goles de Slatan, Hernán y la Pulga Le Roux.

Dalla Costa sobre todo se rehabilitó de su cansancio existencial y de su abúlico andar contra Ciclón. Esto quizá se debió a la recuperación de las interminables ganas del motor Gimeno, de la vuelta a la solvencia del Tractor Santiago, y de la nueva caja de velocidad del Guille Iowa Ponce; También se debe citar que hubo un arquero, llamado Emi del Chaco, que contuvo preciosos ataques del rival, y que faltó agua.
Hubo un arquero, Emi del Chaco: un arquero, operación extraída de lo múltiple, de una sumatoria de arqueros. El ser- arquero de Dalla Costa es Trompeta.
Trompeta está lleno de ser: ontología con guantes, olvido del olvido.
Nos quedamos en Trompeta y la operación que va de un arquero X a nuestro Cristian, y en esa operación, construimos el ser. Que se ha olvidado; y volvemos al partido, como partido de fútbol, calor y transpiración, asfixia y camiseta:

La cancha parecía un campo de soja olvidado por su dueño, el señor Mesquele, cuyas hijas se comprometieron con jóvenes cordobeses ambiciosos, amigos de un preceptos del Cinco Ríos, y así, estación de servicio va, cheque sin fondos viene, pusieron un campito de deportes: para que los camioneros se distraigan, en su viaje a Santiago.
Para que la circunvalación tenga sus flores, y los ladrones, tiempo fácil.

En el segundo tiempo se vio lo mejor del deportivo: Marull mordiendo delanteros rivales, Darkness Gómez impasable e impasible, Pardo hecho un ventilador criterioso, la furia de Gimeno por el lateral y los anticipos de Redondo, que intimidan a los volantes ofensivos rivales. Ellos murmuraban:

- El dos parece sueco
- Será Jonass Ingvar, de la Universidad de Upsala?
- Como el glaciar?

El árbitro del partido era bueno: muy y exageradamente bueno. Ofrecía agua y vendas a cuanto lesionado caía en el partido. Explicó a los jueces de línea la diferencia entre off side y abuso de autoridad y al terminar el cotejo, tomó el nuevo testamento y dijo al cuatro rival:

- Cuantas verdades, amiguito…

El cuatro, cansado, le miró y siguió su paso. El árbitro quedó a la sombra, y con la sombra del jugador, recordó su heladera vacía.

Marcos Luna no fue porque tenía un congreso, a el le interesa el ámbito educacional. Y a Dalla Costa, ascender. Porque hacía calor, porque hubo combas Richmond, porque se impuso la definición asesina de Guglielmone. El sábado, a las 18, Zona Roja será el rival, a vencer.
Y dijo el árbitro:

Merecidas vacaciones las de estos muchachos. Enero, tal vez febrero. Calor en la ciudad.

3 comentarios:

  1. Dalla Costa es un ser inorgánico(hace un tiempo vengo madurando esta idea). Se desarrolla más allá de los límites que la existencia carnal que los jugadores podamos llegar a extender. Y no solo se ocupa del espacio. Y no solo del tiempo. Esas son dos variables que solemos tener muy en cuenta en este mundo (nos hacen sentir que eso sería demasiado). Pero hay más. Muchas más. Y Dalla Costa las comprende a todas.
    Se sigue expandiendo.

    tRUMPET

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  2. Lo que se expande es la idea de que trompeta tiene cada dia menos compromiso...

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  3. por lo general, el mundo de las asociaciones de las que uno se vale para emitir algun tipo de juicio, no es más que un espejo de nuestra propia conciencia proyectada en los demás.

    Trumpet

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