EL GUSANO VERDE

En la fiesta que el Deportivo Dalla Costa realizó el viernes 3 de abril hubo dos obras de teatro y quiromancia en vivo, además del remate de fotografías. La fiesta también tuvo momentos bailables y se realizaron trencitos. Aproximadamente a las tres de la mañana, cerca de la puerta, se nucleron asistentes, haciendo largas filas contra la pared y recostándose sobre algunos autos estacionados. También a esa hora comenzó a soplar un viento otoñal que fue desalojada por criterios climáticos tropicales, responsables entre otras cosas del Dengue y de la fractura de hielos en la Antártida.

Casi cerca de las cuatro se inició un trencito que en parte terminó afuera: Guille Ponce se unió al mismo, Hernán Guglielmone lo lideraba, Alejandro Gimeno lo miraba con ojos de escarbadiente empírico.

Así, y entre todos, la fiesta se aproximaba al concepto de fiesta. Entre los pies del fede Arroquy vimos una pequeña mancha oscura desplazarse: la vimos casi todos, nadie dijo nada, siguió el evento. bailar y tomar y pensar hacia atrás, nunca hacia adelante. Es decir, fabulosos cadillacs, reggaetón, y la mancha pasó entre los pies del Tiburón, y rozó los tobillos de Emi Bergoglio.

Y era un gusano verde, de frasco. Había un gusano verde en la fiesta, de fondo blanco, se desplazó entre algunas piernas y ve Todo noticias. Es el mismo gusano que tiene una mancha blanca en el pecho, y que estuvo detrás de Fer bermejo en el trencito: estuvo en la Fiesta de Dalla Costa y nadie lo vio salir.

Había pequeños intervalos de frío y llovizna en la noche cálida: era 3 de abril y el otoño está recluido en una prisión de tiempos y equilibrio. El verano está plena cumbia sobre la ciudad, lo riega de pestes y de aguas servidas. Mientras tanto, en las noches se pueden correr las nubes y mirar de cara la furia de algunas estrellas: en la fiesta, un gusano blanco y verde serpenteó la ruta del dj al baño, y quizá no era el único...