TERCERA FECHA: DALLA COSTA 0 : LOS DE AFUERA 3

En un partido muy reciente, ya que terminó hace solo trece horas, Dalla Costa cayó por 3 a 0, recibiendo un gol de cabeza en el primer tiempo por parte de un extraño canoso de pelo largo, y dos en el segundo tiempo.

Estos últimos se gestaron en contraataques abusivos, ya que nos habían expulsado 2 jugadores (a ellos uno) y al pasar la media cancha sus delanteros entretenían y llevaban la pelota con semblantes de zorros confiados.

El Alfajor de Oro fue para Alejandro Gimeno, destacado junto a otros defensores. El partido se desarrolló dentro del arte de la lucha y la reacción, con muchos entreveros de piernas, semblantes recios y amenazantes.

Puede ser calificado de partido de violencia grado 6, siendo 10 el máximo: tal vez, 5.5, ya que no hubo más que un golpe de puño en el área, y lo propinó nuestro mejor atacante.

Así, en Dalla Costa fueron expulsados Emiliano y Hernán. Nos enojamos con el árbitro y con los rivales también, preferentemente con el volante central y el marcador de punta izquierda, que tenía pantalones verdes, medias amarillas, la camiseta azul y naranza y zapatillas negras con suela de goma marrón. Este mismo empujó a Marquitos Luna en la línea lateral y, desestabilizado, casi choca su cabeza con el bloque de banco de suplentes.

Un tiro libre de Lucas Le Roux pegó en el poste, Santiago Redondo, que jugó como un tractor inteligente, tiró un taco en el área desperdiciado por otro delantero.

Al comenzar el partido, nuestros rivales hablaban entre risas y autocomentaban sus jugadas: eso hacen los jugadores a los que sobra confianza en el destino del marcador final. El segundo marcador central, apodado “Círculo Rosado”, acotaba sobre cada una de las decisiones del árbitro, sesgándolas como injusticias contra ellos y buenas intenciones de parte de sus amigos: lo mismo hicimos nosotros, que dominamos el juego luego de recibir el primer gol y también en la confusión- scrum del segundo.

En el año 2008 jugamos 7 partidos, ganamos 4, empatamos 2 y este es el primero perdido. Tenemos 17 goles a favor y 7 en contra; lo último que vivimos fue esta derrota, y eso incide sobre la irritación global , pero cuando ante Chupanqui volvamos a estar en ese espacio volátil que se forma con la pelota y las medias del rival, ahí, donde un compañero otra vez es el alivio cercano que resuelve, nos olvidaremos de

- Los de Afuera y sus moretones de lenguaje
- El número cinco, y su cara de raviol mafioso
- El árbitro, quizá más débil que malintencionado

Pese a la pulsión de muerte, David rescató el ritual del Alfajor: sostener los rituales es más que buena señal. Pronto vamos a comer locro y es otoño. En el bar de la Valparaíso pedimos gaseosas de más y una pizza.