sábado, 7 de junio de 2008

CUANDO DALLA COSTA CASI FUE EL CHELSEA...


Nuestro blog recibe visitas de lo más extrañas; mediante el Stat Counter uno puede ver que hubo visitas recientes desde Chile, México, Colombia y hasta Uganda. Pero hay una, de Rusia, que se destaca por las consecuencias que produjo. Más bien, que pudo provocar…
Incluso podría decirse que, por muy poco, Dalla Costa no es el Chelsea…

En efecto, Dimitri Lubaivich, tal cual quedó registrada su identidad como visitante de http://www.deportivodallacosta.blogspot.com/ , entró el pasado febrero, y, según marca el contador, permaneció nada menos que una hora y quince entrando a todos los posts efectuados.
Quizá alentado por las experiencias de Kia Joroschian (Corinthians), Roman Abramovich , y otros millonarios, se decidió por fin a comprar el Deportivo Dalla Costa.
Por sus vías de recorrido se puede apreciar que hurgó en las cotizaciones de los jugadores, en la historia del club y se detuvo al analizar sus últimos resultados, y, quizá un tanto perdido ante el fútbol argentino y la verdadera trascendencia del albinegro, dijo a su mujer, Clavreda:

- Clavreda, Clavreda, Argentina, si Messi, Kun Agüero y Maxi Rodríguez, yo quiero Guglielmone, Le Roux y Gimeno
- Hacé lo que quieras, Dimitri, es tu dinero. Es tú restaurant.

Toftou, el perro siberiano, se acercó a los pies de su amo, que siguió navegando entre el blog y la página de la Liga, y, entre un contacto y otro, al fin dio con el teléfono de Vera. Fue un sábado por la noche, en la madrugada de Moscú.

En Nueva Córdoba, se escuchó un teléfono:

- De Moscú, habla Dimitri, Dimitri Lubaivich. Estaría Verita?
- No, maestro, Vera fue a alquilar Iluminados por el Fuego, con Gastón Pauls, llamálo en una hora
- Verita está? De Moscú, para adquirir Dalla Costa

Y le cortaron. A los cuarenta minutos, en la Obispo Trejo, con una árabe en la boca: “Vera, te llamaron de Moscú, un tal Dimitri, no se…”
- Deben ser los de Barraca Vicuña, para ver si se suspende el partido
- Pero si no llueve
- Se puede suspender igual

Clavreda vio a Dimitri tomarse la frente: la Plaza Roja lucía blanca y fría, los pocos transeúntes llegaban a sus casas, apresurados y compraban drogas, en pequeños almacenes. Dimitri miraba el blog, y pasaba el dedo resignado deslizándose entre los enigmáticos rostros de Cristian Brugiafreddo (“ese me gusta, ese me gusta” gritó Adriavna, la hija menor, cuando vio al Raúl Lavié de los arqueros), David Gómez, Hugo Suárez, Martín Pardo.

- Parecen italianos- dijo Clavreda- Papi va a ir a Argentina y les va a comprar un grupito de italianos para que jueguen con ustedes- les hablaba a sus siberianos, que movían la cola, felices
- Papi está enojado… - dijo Adriavna-
- Vera, descortés - Dimitri se mordía un dedo, rabioso
- Dimitri, Dimitri… porqué no vuelves a llamar?
- Es que no me atienden… Me dicen que Vicuña- Claypole se juega, que pase a buscar a Finando, Fonando, que sino tome A4… Vera, poco atento

Los leños ardían, entre las arañas colgantes reflejos de la herencia zarista. Y la mañana no dejaba ver el sol en la Rusia profunda que, por muy poco, no pudo extender sus dólares para que, por aquellos milagros de internet, Dalla Costa sea el Chelsea de la Liga Jujeña…

2 comentarios:

  1. un relato genial... de pie y clap clap clap clap clap...

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  2. y...en los penales nos va igual

    the trumpet

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