domingo, 13 de julio de 2008

BREVE CONVERSACION CON SANTIAGO REDONDO, ALFAJOR DE PLATINO 2007


Una breve conversación: ligera, de paso. Encontrar a Redondo es ingresar a un camino de silencios y proyectos.
Entrevistarlo es aún más difícil: debía comprar el pan para su casa. Y eso, en nuestro número seis, es una presión ineludible.
Por eso fuimos a lo esencial: que Redondo arroje una metáfora sobre el albinegro. Contábamos con cinco minutos, entonces:


- Qué, es, defensor colosal, Dalla Costa en tu vida?
- Creo que Dalla Costa se representaría muy bien con los puentes...
- Podés desarrollar la metáfora, tenés tiempo? (Redondo gira los ojos, está evaluando: ha ingresado información, la ha convertido en un problema; parten soluciones y hay otro, delante, que demanda)
- (dice, veloz) Un puente es un lugar muy especial para los románticos... también es una pasarela que une y conecta dos lugares, así que tiene, se podría decir, una función che pibe, también es lugar para los suicidas...
- Dijiste pasarela también por el ex jugador de fútbol (N. del R.: se escribe Passarella)?
(se ríe)- Tenés la capacidad de hacer una cuestión compleja de algo simple: pasarela, como el que pintó un artista impresionista... muy lindo, se me fue el nombre ahora... aunque no sé si era impresionista el género
- La metáfora del puente allí se detiene, Redondo?
- No, los puentes presentan una fuerte relación con distintos tipos de perfiles psicológicos... Y, pese a la variedad yo me siento cómodo en Dalla Costa
- Vos venís del rugby…
- Y me voy a hacer los mandados… (sus piernas ya enfilan hacia la panadería Olga Kremer, de barrio Maipú). Perdón, pero es un mandado muy importante. Yo asumí el compromiso de comprar el pan. Pan francés, o mignon, el que haya (y sonríe, afable, y hace círculos con las manos y habla con voz más fuerte) El pan que me encomendaron (y saluda, como un inspector francés que se va…)

Con Redondo uno puede hablar durante mucho tiempo: pero alguien le ha pedido algo. Para él, un deber es un absoluto que pervive en su inmediata memoria, como aguja. Es un neuropsicólogo responsable, de maletín y camisa planchada.
Es una comunidad de medios para afrontar privaciones e inventar fines. Santi habla y anticipa, planifica.
Al verlo caminar, nos queda la duda: quizá debería ser presidente de todos los argentinos.
Brinda, nuestra sociedad, las oportunidades y vías para que sus individuos alcancen la posición más óptima en función de sus capacidades?
Adiós, alegría de niño, invención adulta. Arroja tus cartones, que la niña de Las Flores los recogerá…

6 comentarios:

  1. Sin dudas el mejor dos con el que eh compartido el césped. el compromiso lo lleva en la sangre. La pasión en el corazón.

    The Trumpet.

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  2. Clarisimo quien lleva los pantalones en ese noviazgo, Santiago es una maquina de hablar, una radio AM inapagable, pero una orden de su apoderada cambia la escencia de su persona.
    Russell Crowe??? No sera mucho? Es mas parecido a Chuk Norris o al flaco Pailos!!!!

    Gimeno

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  3. Santiago Redondo, el mejor jugador de Dalla costa, lejos

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  4. Un muy buen jugador, cerca de otros muy buenos jugadores: en el clasura, dalla costa mínimo llega a cuartos de final, y máximo también!

    la número dos

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  5. de no ser por su inacabable capacidad para encontrar contrapuntos a las consagraciones dallacostianas, santiago serìa, por sobrer todos nosotros, el "hombre-a-escuchar" del equìpo.
    lamentablemente, adolece de esto. pero esto en si no es malo, es parte de su impresionante afan de perfeccion...
    yo lo recuerdo lavando un pantalon con sal fina para quitarle una mancha de vino...
    un abrazo enorme a este gigantesco jugador.

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  6. de no ser por su inacabable capacidad para encontrar contrapuntos a las consagraciones dallacostianas, santiago serìa, por sobrer todos nosotros, el "hombre-a-escuchar" del equìpo.
    lamentablemente, adolece de esto. pero esto en si no es malo, es parte de su impresionante afan de perfeccion...
    yo lo recuerdo lavando un pantalon con sal fina para quitarle una mancha de vino...
    un abrazo enorme a este gigantesco jugador.

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