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Cuando terminaron de ejecutarse los penales, y Dalla Costa festejaba, abrazado y haciendo pogo, el Chelito llamó a Trumpet.
Quiero hablar con vos
Mostraba autoridad y dominancia. Otros organizadores lo acompañaban, sentenciosos, superyoicos.
Y nuestro Trumpet, aún en la euforia, fue respetuoso y acudió.
Si, Chelito?
- Mirá, lo que hiciste, no se hace. Fue irrespetuoso y arruina su victoria.
Enseguida se escucharon voces de protesta, se alejó a Trumpet de la situación y volvimos por el himno y la cerveza.
Los organizadores se iban cavilando, Satis fechos por la amonestación. No soportaban la alegría de Trumpet, que había dado vueltas como un nigeriano inglés, que había soportado insultos y comentarios soeces por parte de las chicas detrás del alambrado.
- Arquero, arquero, seguro estás involucrado en el crimen de los tres empresarios
Y Trumpet que le advierte al quique. Y el delantero que la tira afuera, con el tobillo esguinzado. Y va el siguiente, y ataja a la izquierda.
Arquero, arquero; vos debés ser parte de algún movimiento que en las sombras del poder sostienen prácticas represivas – le gritó un fanático de For Ever…
La advertencia dejó preocupado a Cristian, en uno de sus compartimentos mentales. La división Alfa azul de su mente le decía a la Omega Phrix: habré hecho algo mal?
- Dejá- decía el vértice Polifemo, que en la mente de Trumpet es una punta amarilla que articula las dos divisiones restantes.
A los veinte minutos pudo olvidar, y a la noche, con guitarra y amigos, la advertencia ya había sido orinada y excretada por el ayer héroe histórico que puso fin a la sentencia nefasta de Dalla Costa en los penales…
Quiero hablar con vos
Mostraba autoridad y dominancia. Otros organizadores lo acompañaban, sentenciosos, superyoicos.
Y nuestro Trumpet, aún en la euforia, fue respetuoso y acudió.
Si, Chelito?
- Mirá, lo que hiciste, no se hace. Fue irrespetuoso y arruina su victoria.
Enseguida se escucharon voces de protesta, se alejó a Trumpet de la situación y volvimos por el himno y la cerveza.
Los organizadores se iban cavilando, Satis fechos por la amonestación. No soportaban la alegría de Trumpet, que había dado vueltas como un nigeriano inglés, que había soportado insultos y comentarios soeces por parte de las chicas detrás del alambrado.
- Arquero, arquero, seguro estás involucrado en el crimen de los tres empresarios
Y Trumpet que le advierte al quique. Y el delantero que la tira afuera, con el tobillo esguinzado. Y va el siguiente, y ataja a la izquierda.
Arquero, arquero; vos debés ser parte de algún movimiento que en las sombras del poder sostienen prácticas represivas – le gritó un fanático de For Ever…
La advertencia dejó preocupado a Cristian, en uno de sus compartimentos mentales. La división Alfa azul de su mente le decía a la Omega Phrix: habré hecho algo mal?
- Dejá- decía el vértice Polifemo, que en la mente de Trumpet es una punta amarilla que articula las dos divisiones restantes.
A los veinte minutos pudo olvidar, y a la noche, con guitarra y amigos, la advertencia ya había sido orinada y excretada por el ayer héroe histórico que puso fin a la sentencia nefasta de Dalla Costa en los penales…