Cochabamba, 28 de agosto de 2008Mi muy querido Forlán, Diego:
Este sábado a las 15 Dalla Costa juega las semifinales de la Champions versus Estudiantes For ever: esta es una instancia inédita para el Deportivo, entre los cuatro mejores de la Liga, a dos partidos de ser quizá el mejor de todos. Ahora, qué exigencia nos esfuerza a ser el mejor de todos?
Error: solo queremos entrar a la cancha y superar la letanía burguesa con un poco de adrenalina milenaria.
Y las palabras fueron cuidadosamente escogidas: se dice milenarias por no decir el Vallhalla, Thor, las Valkirias y el tesoro de los Nibelungos. Y también, entendemos el juego como lucha de clases.
Quién no vio el documental de La Liga sobre la plaga social de los sojeros y su arrendamiento de la moral de los peones esclavos?
Contra tales bueyes aramos el domingo en supuesto amistoso, y nos referimos a conocida población del sur de Córdoba: y si, francés amigo de Sarmiento.
Quien quiera entender, entiende. Escritura esotérica, el arte de leer.
Ciframientos horrendos por causas de aburrimiento.
Este sábado, entonces, camisetas blancas y negras, como palomas. El Himno, Trompeta, el himno. Y el Facu y sus redoblantes, y Hernán, el urticante. Marull, cantando la Flor de la Canela por Callao y Lima, Zorza, el de las claves del poder, en fin, Dalla Costa.
Dalla Costa tu nombre salvaje, un grano de arena, el infinito.
Y dijo Santiago Redondo:
Capacidad limitada: y dijo Victor Nogaro: a qué te referís?
Jugar las semifinales de la champions, frente a un equipo de camiseta amarilla, vivos negros. Como Chaco, también por siempre. Como Estudiantes, pero crónicos.
Dalla Costa, el ave Gimeno, los brotes de Guillermo Ponce, la danza húngara, el Keith Richards de los defensores espejo.
Ah, Dalla Costa, recién nos veremos el sábado.
Tuyo
Liber Gonda
Porque un equipo gana y el otro pierde. Por qué uno gana? Por qué uno gana? Por qué uno gana?
ResponderEliminarESA es la pregunta, que con hechos, vamos a contestar.
Trumpet.
Tierra y viento. Dalla Costa en la puerta de su historia. ¿Entrará?
ResponderEliminarExisten pájaros muertos, humo de volcán, tres hojas de álamo, Gimeno por la izquierda, la calesita de Slatan y se espera el regreso-retiro-glorioso de un diri-gente polémico.
Nunca antes sentimos los dallacostenses tal sensación: LA COPA DE CAMPEONES.
Hacen historia solo los que estén preparados para desplumar gallinas ponedoras y comer sus huevos aún sin nacer; lo sabrán al despertar la mañana del sábado y sentir que su vida toma sentido caníbal.
Degollar oligarcas con “El Grito Bermejo”, golpear con la ira de Fer y aferrarse a la tierra que raspa.
Son huevos, 22…
¿Entrarán?
Una oportunidad histórica, no la de ganar…sino la de morir en la gloria.
Por los Chechos, los Maxis, los Petacos, los Negros, los Julián y algún Jilguero.
Ahora es el turno, el lugar, su espacio y tiempo...los nuevos nombres quedarán escritos con tintas de oro.
Sábado a las 15 horas, la mitad menos uno seguirá el partido, quedamos en casa de nuestro dios Mansilla (tiene el codificado interplanetarios, Dalla Costa se ve por el 8), llamó a Victor Nogaro, Salvatore Finacchio. Me junto con ellos, contemplaremos el espectáculo terrenal, mientras Shuang Tzú dice:
“Hijos, hay brazas, siempre las hay…”
Viento, tierra y huevos. A un paso de la puerta. Solo es cuestión del Poder.
Me quiero morir. Que me parta un rayo. Que se abra la calle corrientes y me atropelle el subte A. Que me tiren a la jaula de los leones y las leonas con Luciana Aymar. No puedo jugar. Estoy en Buenos Aires. Huevo Dalla Costa. Por favor. Quiero disfrutar la adrenalina de otra final. Porfis. Otra final. Otro abrazo. Otro momento Rexona hombre. Los quiero.
ResponderEliminarGonza.