miércoles, 20 de agosto de 2008

EL GRITO DE BERMEJO

En los partidos de Dalla Costa el observador se asombra no solo ante el buen juego sino frente a los gritos que despliega nuestro volante por izquierda, Fernando el tigre Bermejo.
Tienen la particularidad de ser desgarradores y de connotar una exageración ante el estímulo causal que se percibe. Es decir, va el defensor rival, cruza raudamente al costado, se ve a Bermejo tirarla larga, y de repente, aún antes del contacto, lanza un misterioso “arghhhhhhhhh” hacia el cielo.

Sus gritos piden justicia. Y no para él y su partido, eso es contingente. Justicia en general, y ni siquiera la de tribunales, abogados y sentencias. Equilibrio y agua.

En 2006, contra La Legión Extranjera el partido era más que difícil: perdíamos 3 a 0, y nos superaban físicamente, colocaban sus hombros y nos dominaba la impotencia: argghhhhhhhhhhhhhhhhh… orghhhhhhhhhhhhhhhhh se escuchó desde la boca de Bermejo, cayendo estrepitosamente en el piso de la cancha 1, hasta que el árbitro irónicamente se acercó:

- Levántese, levánteseeeeeee

Y hacía señas con la palma de la mano arriba, y una mueca burlona.
En ese momento, Bermejo miró en derredor: Y donde ve un desierto, anticipa un oasis. Se quedó unos segundos, trastabillado, y se recuperó y salió disparado, corriendo tras el volante rival.

Un domingo, una cámara tomó de frente el momento justo de la emisión del grito. Fue tan clara la imagen que se la proyectó en cámara lenta, en un conocido cine club de la calle 27 de abril.
Justo estaba Kusturica, de paso por Córdoba, para conocer a una famosa psicoanalista cinéfila. A su lado estaban Fito Rocsen, del museo y Víctor Hugo Ferreyra, de exitoso paso por el Racing cordobés.

El arghhh comenzaba con los ojos abiertos: una particularidad. Se lanza con los músculos de las piernas tensos y los superiores relajados, otra. Termina en una cabriola con la cabeza gacha y pequeños saltitos en un pie, a veces incluso el pie contrario a la posible falta.

- Es el grito de América- dijo el afamado director de Underground
- No puede llorar así- respondió a solas el gallito
- Lo quiero embalsamar- subrayó Rocsen

El grito de Bermejo se emite los martes al atardecer en la bajada de ciudad universitaria: él se coloca frente al decanato de Filosofía, y con el último rayo de sol, se desgarra ante los automóviles y los estudiantes, y regresa. Kusturica señaló: “es apresurado hablar de grito. Quiero entradas para la champions jujeña”.
Ante Panchester, Redondo también gritó, cuando sacaba desde el arco. Lo paradójico fue que Bermejo se rió y lo calificó de “mal gusto y exagerado”.
La madre del jugador contó que sus primeros gritos, a los que “en casa” les llamaban “Boolies”, fueron en la preadolescencia, junto con el engrosamiento de la voz, la aparición del vello facial y un notorio incremento de estatura.

- Fer, andá a comprar el pan- reinaba la paz en Bialet Massé, los burritos comían del sucio suelo, el río pasaba transparente al pie de las sierras

Y se iba a la pieza, y mirándose al espejo, lanzaba el boolie, con una remera amarilla llena de pequeños agujeros.
“El chico tenedor” dijo Kusturica al salir de la sala, quizá confundido entre tener y gritar.
Así como el gallo Ferreyra no lo quiere en su equipo, nosotros tendremos boolie para rato…
(En la foto se puede ver el primer Boolie de Bermejo, en el water close de Bialet... el vuelo de gaviota que ensaya se relaciona con su pedido de justicia, ya mencionado...)

5 comentarios:

  1. Que Maestro Marinovihc!!!
    Me encantaría ver el libro de Dalla Costa, con ese nombre que le habías puesto. En tapas negras. Escrito por Slatan Marinovich. Quizás en tamaño A3. Con una borla de señalador. Tapas duras, como el campo de la liga.
    -Lo compro, lo compro!- gritan las pequeñas ingresantes de filosofia, con sos ojos brillantes, y estridentes, al igual que sus nalgas. Y se despojan de sus apuntes espiralados. Y se prenden un pucho para acompañar el cafe, en sus ventanas.
    Y nos leen.
    Y nos sueñan.
    Y nos transpiran.

    Trumpetman

    ResponderEliminar
  2. Solo algo más, que es casi igual a nada.
    Esta en tu propuesta Trumpetman la señal de trascendencia, aquella de fondo rojo sin rayas blancas censuradoras.
    Un libro, que nos lean, un grito, un pedido de justicia.
    Dalla Costa se merece trascender.
    Dalla Costa pide papel.

    ResponderEliminar
  3. Tigre, estoy haciendo un guiso de arroz... Véngase!!! Con papa, zanahoria cortada chiquita... Véngase mijo!... cebolla, ajo, una salsita de molida común bien gorda! Venga y dele sin asco!Vénguese!!!
    El viejo Vizcacha

    ResponderEliminar
  4. ES VERDAD!! EL FER GRITA ASI, QUE HIJO DE PUTA, NO PODES!!!

    ResponderEliminar
  5. POBRE CHICO,...DENLE DE COMER,... DE VERDAD ES ASI BERMEJO?
    LA FOTO ME DIO IMPRESION (ASQUETE) NO SEAN MALOS CHE,...COMO PUDIERON PONERLE ESA FOTO AL CHICO, DE VERDAD ES EL?
    .....ESTO SERA UN DESQUITE-ESCRACHE? JAJAJA-------

    ResponderEliminar

COMENTARIO: