El sábado al atardecer, un apacible día con nubes cardadas y un ligero tono melón, Dalla Costa derrotó por tres a cero a El Aguilar, llegando así a la final del repechaje. Los goles fueron convertidos por Lucas Le Roux (2) y el goleador Hernán Guglielmone. Este torneo fue disputado por 32 equipos, todos aspirantes a ganarlo, ya que quien lo hace llega a la copa de campeones. La campaña del albinegro en la misma incluye un triunfo por no presentación, luego un 5 a 2 a Libertad, 3 a 0 a Filadelfia y el actual 3 a 0.
El partido encontró a un Dalla Costa jugando por abajo, atacando como bandadas de gaviotas- golondrinas ciegas, ubicándose como delfines con compañeros apenas siseando, ofidios a rayas. El Aguilar era un equipo duro, aguerrido, con buenos jugadores que apuntaban al desequilibrio de su número 9, el rubio Goldstein.
Sin embargo, Redondo fue el Chuck Norris de la defensa aérea, Bergoglio aplicó su guadaña conceptual y Gimeno disfrutó de pasajes por la línea izquierda bien apuntalado por un muy concentrado Bermejo.
El primer gol llegó temprano, centro de Gimeno, Marull la estrella en el travesaño y le Roux ensaya, de rebote, una chilena simpática, para festejar con recaudos.
Trumpet gritaba en cada salida, orinando su paso: Peralta, a un brazo, asistía a sus vuelos y salía a cortar el mediojuego. Un primer tiempo contrabalanceado, con ataques asistidos y una defensa sólida.
Llega el segundo tiempo y salen Marull y Peralta. El trámite es parejo y el redoblante de Facu Contreras se escucha como mariposa misionera: entre los árboles. Entre los troncos.
- Es mía- brama Trumpet, una y otra vez.
Un pique conmoverdor de Pardo deja a Guglielmone para empujarla, y lo hace. Y es el segundo, y El Aguilar juega con tres defensores y se hace accesible a una contra definitoria. Hay armonía. Y Le Roux gambetea, estrella la pelota en los labios del arquero, toma el rebote, gambetea al arquero, a un defensor y es el tercero. La tarde, hermosa, ya era noche. Las luces encendidas de Juniors anunciaban que otra noche de sábado andaba por Córdoba, en Urca, en el Cerro, en General Paz. Había excitación entre los alambres, unos troncos como tribunas, los autos que se iban descargando los jugadores héroes.
Dalla Costa en la final, tomando un café con leche en la panadería de la treintañera rugbier. Y porqué las botas buscan espaldas? Y porqué la seguridad de aquel tipo que ordenaba entregar los criollos con reticencias?
Dalla Costa en la final, como antaño. Juan Zorza, Dady, el Checho, Gaby Righetto, el Mati, todos aplaudiendo de nuevo. Hasta el Chelo en Trelew quería saber como salimos.
Dalla Costa- Panchester, este sábado.
Tenía una mano hinchada, pero no mucho. Entró al baño y salió más herido que antes. “Mañana no puedo jugar, me lesioné”.
No quería reírse, pero todos lo hicieron por él. Hablamos de Trompeta. Alfajor de oro para Lucas y el Fer.
El partido encontró a un Dalla Costa jugando por abajo, atacando como bandadas de gaviotas- golondrinas ciegas, ubicándose como delfines con compañeros apenas siseando, ofidios a rayas. El Aguilar era un equipo duro, aguerrido, con buenos jugadores que apuntaban al desequilibrio de su número 9, el rubio Goldstein.
Sin embargo, Redondo fue el Chuck Norris de la defensa aérea, Bergoglio aplicó su guadaña conceptual y Gimeno disfrutó de pasajes por la línea izquierda bien apuntalado por un muy concentrado Bermejo.
El primer gol llegó temprano, centro de Gimeno, Marull la estrella en el travesaño y le Roux ensaya, de rebote, una chilena simpática, para festejar con recaudos.
Trumpet gritaba en cada salida, orinando su paso: Peralta, a un brazo, asistía a sus vuelos y salía a cortar el mediojuego. Un primer tiempo contrabalanceado, con ataques asistidos y una defensa sólida.
Llega el segundo tiempo y salen Marull y Peralta. El trámite es parejo y el redoblante de Facu Contreras se escucha como mariposa misionera: entre los árboles. Entre los troncos.
- Es mía- brama Trumpet, una y otra vez.
Un pique conmoverdor de Pardo deja a Guglielmone para empujarla, y lo hace. Y es el segundo, y El Aguilar juega con tres defensores y se hace accesible a una contra definitoria. Hay armonía. Y Le Roux gambetea, estrella la pelota en los labios del arquero, toma el rebote, gambetea al arquero, a un defensor y es el tercero. La tarde, hermosa, ya era noche. Las luces encendidas de Juniors anunciaban que otra noche de sábado andaba por Córdoba, en Urca, en el Cerro, en General Paz. Había excitación entre los alambres, unos troncos como tribunas, los autos que se iban descargando los jugadores héroes.
Dalla Costa en la final, tomando un café con leche en la panadería de la treintañera rugbier. Y porqué las botas buscan espaldas? Y porqué la seguridad de aquel tipo que ordenaba entregar los criollos con reticencias?
Dalla Costa en la final, como antaño. Juan Zorza, Dady, el Checho, Gaby Righetto, el Mati, todos aplaudiendo de nuevo. Hasta el Chelo en Trelew quería saber como salimos.
Dalla Costa- Panchester, este sábado.
Tenía una mano hinchada, pero no mucho. Entró al baño y salió más herido que antes. “Mañana no puedo jugar, me lesioné”.
No quería reírse, pero todos lo hicieron por él. Hablamos de Trompeta. Alfajor de oro para Lucas y el Fer.
Una tarde de Gauguin. Una playa de estacionamiento; luego, cada cuál con su arroz. Esperando el sábado. La final.
todavía me sigue doliendo el antebrazo derecho. Fue un cabezazo, fue en el lugar justo. Como una "paralítica" en el antebrazo. Claro que para que sea "paralítica", primero yo debería ser una persona que camina con los brazos. Aunque quien sabe?!
ResponderEliminarNo es Panchester el equipo contra el que jugamos? O acaso tendre que disputar un manos a manos con tevez y con rooney, y tratar de descolgar centros dirigidos a Cristiano Ronaldo? No me jodan eh!
Aplausos para Dalla Costa Che! Otra vez en la final!
Esta vez será campeón, porque encontró el corazón, porque se acordó como se hace, porque sale a la cancha ya ganando, porque el amor es más fuerte, maaas fueeeeerte..
Trumpet Man!
ah, no, era el iz.
ResponderEliminarGRANDE DALLA COSTA! A esta altura da vergüenza entregar UN ALFAJOR DE ORO habiendo tantos destacados.
ResponderEliminarGracias Cristian por aturdirnos con ese "¡MIA!"; Gracias a la defensa, impecable, práctica, segura; Gracias por el despliegue del mediocampo; Gracias a los delanteros, implacables. Arcor sería nuestro mejor sponsor.
GRACIAS MUCHACHOS POR ESTA TREMENDA ALEGRÍA!
David