domingo, 14 de septiembre de 2008

UNA NUEVA TRIBU URBANA: LOS PIXERS


Entre floggers y emos, una nueva tribu urbana comienza a visualizarse en el centro de la provincia de Córdoba, y amenaza expandirse hacia la metrópolis, el norte y quizá, hasta la vasta Patagonia.
Se trata de los Pixers: hablan mucho de fútbol y de minas, no les importa usar medias sucias con tierra de otro partido, toman mucho mate, parecen familieros y relativamente dóciles, ven fútbol de primera y les gusta tirarse al solcito de un kiosco a tomar una cerveza o gaseosa. De glamour ni hablar: tienen entre veinte y cuarenta años, se unen a ligas barriales, hacen asados sin ensaladas y se relacionan entre sí con la agresividad encubierta de las gastadas.
Pueden leer a Dolina, algún Fontanarrosa: tienen el peinado que la naturaleza les dio y la ropa que estaba de moda en los locales de Adidas Sport de hace cinco años.
Ven a los emos como simpáticas caricaturas de película: a los floggers como extravagantes sin huevo. A los hippies como volantes sin potencia pero, las minas, caben todas.
Es decir, si hay que mimetizarse, se hace, total, lo que importa es que son mujeres y a cierto nivel, están todas buenas. Los Pixers esperan los sábados pasando el mediodía para pasarse a buscar, comiendo a las apuradas salchichas o algún resto de pizza. En el camino se los puede ver recurriendo a un sofisticado Gatorade o yoghurt, como compensación científica de una relajación absoluta hacia la práctica seria de un deporte.
Vuelven por la tarde a ver si aún perdura algún Barcelona- Murcia o el partido del sábado.
Les gusta escaparse a algún bolichón con la barra de amigos, pero saben que deben cumplir con las patronas, e ingresan en una dialéctica de “tire y afloje” benvenuttesco.
Los Pixers, una tribu urbana de individualistas grupales, de italianos argentinizados disueltos entre Nike, la novia y una obligación cerveza.
Qué música escuchan los Pixers? Aquello que los ingrese en un estado de ánimo: menos sofisticados que otras tribus, pueden pasar de Capitán América a una cumbia y de ahí a León Gieco, todo con el afán de un explorador que se desliza.
El Pixer se desconecta los domingos, y con una mano acaricia y con la otra escucha el partido. Y cumple, laboriosamente, con los días de la semana, pasando vigilante por celulares y comentarios sobre esa dulce afabilidad de ser menos de lo poco que hay.
Arboles negativos. El punto Pixer: Plaza España.
El Parque Sarmiento, las canchas de ciudad universitaria, la calle Buenos Aires: mapa Pixer, profiláctico cuervo.

3 comentarios:

  1. porque pixers? es mi pregunta.

    Trumpet

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  2. NI IDEA TROMPETA XQ PIXER. PERO NUNCA ME HABIAN "SACADO LA FICHA ASI" JA. EXCELENTE JULI. DEFINITIVAMENTE SOY UN PIXER.

    VAMOS POR LA QUILMES DEL SABADO, DEL VIERNES, LA DE LA TARDECITA 7PM EN LA VEREDA COMENTANDO DE FUTBOL Y MUJERES, BIRRA MEDIANTE CAEMOS EN ESA HERMOSA ILUSION DE SENTIR Q AHI JUNTO A OTROS PIXERS EL TIEMPO GATEA Y LA VIDA SE SIENTE ANCHA.

    FEDE

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  3. Buscando, no encontré grupo que me definiera. Necesitamos una identidad social, diferencias.
    Como adolescentes colgados a sus grupos.
    Y si los Pixers lo son, lo son.
    Ahora, bajo aquella definición:
    "una tribu urbana de individualistas grupales, de italianos argentinizados disueltos entre Nike, la novia y una obligación cerveza". Veo la sombra resignada de un dallacostense, entrando en el campo donde se juegan las nuevas configuraciones grupales de los pibes-
    Ojo! Si algunos de los tantos que caminan por la Bs As, patean en una plaza y salen a tirar a todo tipo de minas, leen: Pixers. Ojo!! que nacería sin duda una nueva tribu.
    Sombra viva de un futuro dallacostense

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