El sábado a las 18 y 30, luego de una tormenta breve pero esponjosa, salió Dalla Costa a la cancha, a enfrentar a los jóvenes de Zona Roja: humedad, llovizna y calor, la gente aplaudía hacia el sur de un viejo bar.
Y David se preguntaba, con la melancolía de un sabio
Si era necesario otra vez entrar a jugar
Con esa humedad, con esa humedad
El partido se jugó en el complejo Goles, camino a San Carlos al 8500: para acceder hay que trepar una lomadita de barro, que tiene un vado y una cruz en el costado derecho. Esa cruz, dicen los que ya no mienten, refleja la historia y muerte de Venancio Carpintero, el sobrino de Helio, honoris causa reciente de la UNC.
Y David se preguntaba, con la melancolía de un sabio
Si era necesario otra vez entrar a jugar
Con esa humedad, con esa humedad
El partido se jugó en el complejo Goles, camino a San Carlos al 8500: para acceder hay que trepar una lomadita de barro, que tiene un vado y una cruz en el costado derecho. Esa cruz, dicen los que ya no mienten, refleja la historia y muerte de Venancio Carpintero, el sobrino de Helio, honoris causa reciente de la UNC.
Luego de un precalentamiento con jugadas de voley, comenzó el partido:
A los cinco minutos ya el albinegro ganaba uno a cero, porque Rolando Allemañi se anticipó al mozalbete que lo marcaba y le mostró su experiencia, su agudeza, sus años militando en ligas, trotando por puestos municipales, enfrentado a algunas señoras que dicen hacer la justicia lo mismo que el amor…
En fin, goles errados, defensa más que sólida y rotación fueron las claves para dominar casi a voluntad el primer tiempo: en el banco, martín Polémica Pardo se preguntaba por él, por el buen juego, y por todo lo que habría de ser lo que no es. Trumpet, ebrio, atajaba y cantaba.
Trumpet a las 13 llamó desde su casa: de fondo, amigos varios gritaban y se reían. Trumpet, antes de cortar dijo:
- Eh, porqué me cortás?
Gran partido el de Gimeno, llegando a todas las pelotas en forma de anticipo: y Arroquy, que fue un hueso ocular por la banda izquierda. Federico Arroquy, ganando con prestancia, saltando a cabecear, empujando rivales con la indiferencia de una vienesa del siglo diecinueve, se ganó el aplauso de la hinchada, que por esta vez, no fue.
En el segundo tiempo llegaron los goles de Hernán y Slatan, la defensa se mantuvo ordenada y más elegante que el Newells del noventa y dos, movía de izquierda a derecha el balón hasta encontrar el mejor camino. Sobre este punto, dos voces se quejaron: siempre van por la izquierda! – dijo una de las voces, cansada.
Una voz experta, que por la noche enviaba mensajitos.
- Quiero a Dalla Costa, Dalla Costa me quiere?
Para siempre: para siempre, porque Dalla Costa es para toda la vida. Cuando cumplamos cuarenta años, fecha en que el deportivo entrega la placa de la celebración y el yuyo de la nostalgia, pasamos a conceptualizadores
Del rollo
Y así, aunque no lo crean, se inició la civilización egipcia: porque toda cultura tiene su Santi, todo arco su marioneta y todo mediocampo, su volante ventilador.
Al borde del ascenso, entrando en la noche, el plantel se juntó bajo las nubes de ciudad universitaria. Había un vaso descartable para cada uno, y Marcos, apenas lo recibió, lo tiró. Y se fue a comprar bebidas gaseosas y galletitas Tía Maruca.
- Marcos, no lo tires
- Resulta que tengo miedo a triunfar, no mentira…
Y con su risa, dejó el sábado a sus pies.
A los cinco minutos ya el albinegro ganaba uno a cero, porque Rolando Allemañi se anticipó al mozalbete que lo marcaba y le mostró su experiencia, su agudeza, sus años militando en ligas, trotando por puestos municipales, enfrentado a algunas señoras que dicen hacer la justicia lo mismo que el amor…
En fin, goles errados, defensa más que sólida y rotación fueron las claves para dominar casi a voluntad el primer tiempo: en el banco, martín Polémica Pardo se preguntaba por él, por el buen juego, y por todo lo que habría de ser lo que no es. Trumpet, ebrio, atajaba y cantaba.
Trumpet a las 13 llamó desde su casa: de fondo, amigos varios gritaban y se reían. Trumpet, antes de cortar dijo:
- Eh, porqué me cortás?
Gran partido el de Gimeno, llegando a todas las pelotas en forma de anticipo: y Arroquy, que fue un hueso ocular por la banda izquierda. Federico Arroquy, ganando con prestancia, saltando a cabecear, empujando rivales con la indiferencia de una vienesa del siglo diecinueve, se ganó el aplauso de la hinchada, que por esta vez, no fue.
En el segundo tiempo llegaron los goles de Hernán y Slatan, la defensa se mantuvo ordenada y más elegante que el Newells del noventa y dos, movía de izquierda a derecha el balón hasta encontrar el mejor camino. Sobre este punto, dos voces se quejaron: siempre van por la izquierda! – dijo una de las voces, cansada.
Una voz experta, que por la noche enviaba mensajitos.
- Quiero a Dalla Costa, Dalla Costa me quiere?
Para siempre: para siempre, porque Dalla Costa es para toda la vida. Cuando cumplamos cuarenta años, fecha en que el deportivo entrega la placa de la celebración y el yuyo de la nostalgia, pasamos a conceptualizadores
Del rollo
Y así, aunque no lo crean, se inició la civilización egipcia: porque toda cultura tiene su Santi, todo arco su marioneta y todo mediocampo, su volante ventilador.
Al borde del ascenso, entrando en la noche, el plantel se juntó bajo las nubes de ciudad universitaria. Había un vaso descartable para cada uno, y Marcos, apenas lo recibió, lo tiró. Y se fue a comprar bebidas gaseosas y galletitas Tía Maruca.
- Marcos, no lo tires
- Resulta que tengo miedo a triunfar, no mentira…
Y con su risa, dejó el sábado a sus pies.
recomiendo a los jugadores de dalla costa un buen vaso de alcohol de quemar antes de cada partido. Luego correr en circulos concentricos de un metro de altura de diferencia. Cada uno hasta lo más alto que llegue, sin sobreexigirse. Luego enterrar el pie izquierdo de un anciano de aspecto saludable, pero muerto al fin, en el fondo de un arroyo de aguas claras. Por ultimo, tomar mucha agua, ejercitar las ambdominales, la pelvis, y repetir en voz alta -estoy vacío, la gravedad no me afecta- unas cien veces, sin olvidarse de volverla a repetir si estamos cansados en durante el segundo tiempo. Si es necesario, a grito de pulmón.
ResponderEliminartRUMPET.
Tanta humedad Slatam, tanta emoción, tanto aliento.
ResponderEliminarUn gol en el segundo tiempo, rendimiento de menor a mayor.¡Felicitaciones!
La H.V.F.
HVF son los jugadores de dalla costa que refuerzan a slatan para que siga escribiendo
ResponderEliminarla verdad
Como a un perro de Pavlov!
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