miércoles, 4 de febrero de 2009

LA NOCHE QUE LE FALTA A DALLA COSTA


Carlitos está tirado en una angosta cama de solo una plaza. Con la simpatía de siempre, se levanta y nos acompaña hasta la mesa del living. Hay unas reproducciones de Velásquez y otras de Renoir, la casa es amplia, entra mucha luz y refulgen los listones de madera.
Se trata del mismísimo Carlitos de Bialet, el jugador que supo bailar lambada en el medio de la cancha, frente a La Legión Extranjera, en la vieja liga jujeña.
Ahora lidera una banda funk : y estamos aquí porque se rumorea su regreso al albinegro:

- Regresar, Carlos...
- Si, quiero regresar. Quiero darle noche a Dalla Costa, la noche que le falta…

La entrevista siguió, largo rato, entre mates y anécdotas que tienen que ver con Carreras, Cruz y La Estación. El significante noche pivoteó en el espíritu albinegro y lo lanzó donde hace años era más hábil que cualquier proxeneta del Cerro. Que Bumba, el portero de Club F.

“La noche que le falta a Dalla Costa” decía la voz, y resoanaban como eco las pisotadas de Petaco en el Viejo Bar de la Obispo Trejo.
Carlitos Imberti es el Turbo Vargas de Dalla Costa y lo trajo un mito que dice que una vez le hizo tres goles a Talleres, en un descampado al este de Cosquín. Es amigo fiel del tigre Bermejo y gran conocedor de las estudiantes de odontología.

La noche que le falta a Dalla Costa: juntarnos en un bar de la Cañada, comentar el último partido, hacer pausas entre la cerveza y la pizza. Ir a ver la banda de Hugo, Luz Azul y apearse en una columna, mientras recordamos a AC/DC. Entrar por error a un boliche de Nueva Córdoba, tener en manos un vaso gigante de cerveza, pasarlo de boca en boca, serpentear el vestido blanco de otra santafesina.

Entrar a un mundo de funámbulos: Jugar al ajedrez en la calle Tucumán, sábado por la noche, mientras el mozo teme que el bar, definitivamente, cierre. Congregarnos en el quincho del edificio de Emiliano, esperar que Martín traiga las hamburguesas. Pero esa es la noche que le falta a Dalla Costa.

Carlitos el Turbo Vargas es un enganche tipo Gimnasia y Escrima de la Plata. Lleva la pelota a destino, compone un tema como La Portuaria, viene de Villa Cabrera entrega una invitación. El Hip Hop que le falta a Dalla Costa.

2 comentarios:

  1. noche, noche, noche!!

    mOvEtE ChIqUiTo mOVeTe...

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  2. No le vas a tirar, no seas hijo de puta. ¿Mira lo que es “eso”?
    Y allá iba Jilguero, sin apuro, con sus pasos cortos y su sonrisa de cazador manso.

    Viejo Bar…La Noche de Dalla Costa.

    Pocas luces, nada para ver. Nuestra sede, donde festejamos tantas derrotas.
    Cortito, salimos de la casa de Maxi…al frente.
    Y los viejos jotes se dibujaban flechas en las manos y tiraban ilusiones masculinas al viento…y tomaban lo que podían o encontraban.

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