ETAPAS EN LA HISTORIA DE DALLA COSTA

Muchos jugadores pasaron por el Deportivo Dalla Costa: los cabezazos de Jorge Córdoba y las catapultas de Chelo Iluminatti aún permanecen en la memoria como agradecimiento, directo al corazón.

Cada jugador es una pieza valiosa producto de una capa, de un estrato de la historia. En cada visita a la cancha, las miradas se relacionan con las antiguas miradas. La construcción de Dalla Costa está guiada por poderosos símbolos fundantes, que constituyen el Concepto Dalla Costa, hoy actualizado en cada encuentro bajo su nombre.
En la red conceptual Dalla Costa hay conexiones esenciales: Bohemia, partido de amigos, Sabina, Checho, Faso, Vocación y cuantas activaciones semánticas más organicen nuestra memoria y determinen nuestras expectativas.
Por ejemplo, Petaco, Cumbia, Viejo Bar, Gaby Righetto, camiseta negra.
O también: Zoilo, Enrique, Liga Jujeña, Doble Calambre, quique Bogni, nos juntamos a la noche.

La historia del Deportivo Dalla Costa puede ser dividida en etapas, o eras. La primera corresponde al período Esencia, pre dalla costiano, caracterizado por la reunión de varios jugadores que luego fundarían el Deportivo. Esta etapa se inicia en 1992 con el encuentro entre Checho Arch y Maxi Peralta en la entonces Escuela de Psicología, conformando un equipo de fútbol cinco, al cuál se uniría el Negro Palacios. Este equipo (Milan) consigue el título de la Facultad de Filosofía y Humanidades y surge el Núcleo Duro de Dalla Costa: Peralta, como íntimo amigo de Martín Polémica Pardo, acerca este jugador a la Facultad, y junto con el negro Palacios, pasan a comandar el equipo de fútbol once de Filosofía en el año 1993. El presidente de Estados Unidos era el padre de nuestro contemporáneo Bush, y en Argentina reinaba Carlos Menuhem (primer presidencia).
En esa temporada se une Slatan Marino, y el equipo llega por primera vez a semifinales de las Olimpíadas Universitarias, en la vieja cancha uno de la UNC. Bill Clinton ya asumía en los Estados del Norte. Argentina derrotaba a Australia en el repechaje de las eliminatorias para el Mundial. En 1995 se une el Gonza Marull y Filosofía conforma un equipo medianamente competitivo, con resultados dispares hasta fines del siglo veinte.
Se sumó Petaco Mercado, asegurando un salto de calidad, junto con el Tano Fiore, Rolo Allemañi y David Gómez. En 1999 por primera vez el equipo pasa a representar a la Facultad de Psicología. Menuhem daba paso a De la Rúa y Clinton jugueteaba con el habano de la Lewinsky.
La segunda generación se abre a la tercera: Juancito Zorza, Gaby Righetto, Mati Dreizik, son algunos de sus nombres, creando un plantel competitivo con resultados interesantes en los torneos olímpicos y preolímpico. Fue una época de politización de la bohemia, con conflictos interminables con el Centro de Estudiantes y el establecimiento de la sede de hecho del equipo: el departamento de la Buenos Aires de Checho Arch. El consumo de marihuana alcanzó el pico máximo en relación dosis- jugador, llegando incluso a la producción propia, el primer micro emprendimiento pre dallacostiano.
Sin embargo, en el año 2001 fallece Andrés Dalla Costa, por entonces número 3 del equipo, y el equipo recibe un golpe anímico que se reflejará en el campo de juego y en la unión grupal. Argentina ingresa en una crisis política determinante, el hijo de Bush se prepara asumir su programa bélico.
Llegan también el Tigre Bermejo y la generación “Popol- Vuh” (Gastón Ponce, los Mellizos Suárez Garnero, Nachito Gianotti) y se crea el Deportivo Dalla Costa, pasando a la segunda etapa.
Esta etapa se denomina “Fundación Tenerife” y tiene por íconos el haber logrado los tres títulos del Deportivo en su historia: dos ligas jujeñas y el preolímpico universitario.
Fue la época recordada como “años dorados”, teniendo un plantel extenso de más de dieciocho jugadores por partido, dirigido por el Monchi Mir y luego Maxi Paralta. Se caracterizó por ser un plantel comprometido, muy unido dentro y fuera de la cancha: En la por entonces sede de Obispo Trejo los jugadores se reunían a jugar al Ping Pong para luego salir al Viejo Bar.
La generación Dorada daría paso al período de Ruptura- Clash, con el alejamiento de varios jugadores del numeroso plantel. Se mantuvo el núcleo de la línea histórica y sus principales allegados (checho, maxi, polémica, petaco, Slatan, David, rolo, dady, chelo) y por el ingreso de los denominados jóvenes Túrcos: Eze, agus, feli, pachi.
Este equipo inauguraría la etapa “Post- Pellidus”, conformando un equipo duro, aguerrido, combativo, siempre protagonista pero sin títulos.
La heterogeneidad de intereses y personalidades del nutrido plantel conllevaron a la división del mismo en “línea histórica” y jóvenes turcos, los que luego fundarían a Lacosta, el rival clásico de Dalla Costa.
En la línea histórica se producirían notables cambios, como el alejamiento de Maxi (España), Dady (Trelew), Petaco (Tierra del fuego), Checho (Salta), Gaby Righetto (Río Cuarto) y Juancito Zorza (Río Cuarto); se integrarían progresivamente también jugadores como Santi Redondo, Ale Gimeno, Marcos Luna, dando paso a la etapa Terrible Camouflage, sumamente dura y con altibajos.
Dalla Costa en la etapa Terrible Camouflage afrontó partidos con ocho jugadores, llegando incluso a perder por no presentación; alternaba su plantel constantemente y el compromiso quedaba reducido a la vocación de los más antiguos y algunos nuevos. En algunos partidos atajó el padre de uno de los players y estuvo cerca de jugar la hermana de otro. El rendimiento deportivo fue de mediocre a pobre, pero, sin embargo, comenzó a consolidarse una nueva generación compuesta de miembros de la línea fundadora y jóvenes comprometidos.
Players como el Tigre Bermejo tomaron nuevas responsabilidades, arribó el grupo de los Verdes del Este (Fede, Emi) iniciándose una recuperación del compromiso y de valores.
Así, el albinegro alcanzó la etapa Contemporánea Tatoo, con algunos logros como la Copa de Verano, un Repechaje, Tercer Puesto en otro. Fue expulsado de la Liga Jujeña, pasó al Torneo Quilmes, donde logró el título de la B, y luego se incorporó al Torneo Goleen, donde milita actualmente. Las figuras del Asesino Cereal Guglielmone y su hermano Javi volvieron a demostrar que la historia pervive creativa en el devenir del albinegro.
Y se llega al glorioso plantel actual, conformado por:

Polémica Pardo (Alejo Ledesma), Maxi Peralta (Alejo Ledesma), Gonza Marull (Córdoba), Rolo Allemañi (San Juan), David Gómez (Córdoba), Tigre Bermejo (Bialet Massé), Slatan Marino (Trelew), Fede Arroquy (Trelew), Marcos Luna (Córdoba), Santi Redondo (Córdoba), Negro Palacios (Córdoba), Hernán Guglielmone (Córdoba), Ale Gimeno (San Juan), Emi Bergoglio (María Juana, Santa Fe), Gonzalo Rojas (Córdoba), Turbo Vargas (Bialet Massé), Hugo Suárez (Córdoba), Javi Guglielmone (Córdoba), Trompeta Brugiafreddo (Tierra del Fuego). Recientemente se sumaron: Mauri (Villa Mercedes), Ale Menduco (General Alvear) y Emi Zabala (Villa Angela).

A ellos, a los que estuvieron y a los que estarán, la historia rinde homenaje por mantener la llama creativa que desplaza la virulencia nihilista del tiempo y su fue.