sábado, 13 de febrero de 2010

DALLA COSTA Y LA REVOLUCION


El amigo Fede Arroquy, hombre del sur, divulgó la semana pasada el documental Zeitgeist: fascinado militante, anotó sus ideas en un block y se retiró a pensarlas en su dormitorio blanco.

El Fede juega de nueve, o de volante, y también ataja.

El jueves el Deportivo se juntó en las canchitas del Abasto para disputar otra jornada de fútbol Hamshy: en las mismas, se sortea el mejor jugador de la cancha, a priori, así como el goleador del partido, el primero que va al arco y, también, el peor jugador.

De este modo, no hay lugar para lucimientos individuales, o bien caen en saco roto: la figura ya está elegida, y los participantes así lo reconocen:

- Pero qué bien David, te jugaste todo... fenómeno!- le dicen al Negro antes de entrar a la cancha

- Mecha goleadora, batigol de las regiones sórdidas del ser...- le dicen al Fer Luna, que salió goleador diez minutos antes del partido.

El formato Hamshy se cumple en cada ritual de los jueves albinegros: tiene una filiación ideológica con el socialismo extremo, más bien con el colectivismo, por esta anulación de la iniciativa individual. Tiende a disminuir los esfuerzos por distinguirse y a morigerar la diferencia. Con razón, el día de la presentación del formato Hamshy se entonaron las primeras estrofas de la Internacional, todos barbitas del Dalla Costa Catherine Fulop.

El Fede Arroquy divulga Zeitgeist bajo la cortina de humedad de esta Córdoba neo tropical. Los cantantes de cuarteto van muriendo, uno por uno, mientras Queen vuelve a tocar God Save the Queen en una vieja Isidorito, en Buenos Aires.

La revolución va migrando minuto a minuto, en Suecia y California, aventada por cada informe climático global, desalentada por las notas de Wikipedia.

Desde Dalla Costa, nuestra formal denuncia: hay una sinarquía financiera, banqueros top de los recontra no mortales, detrás de la cortina.

Hoy se juega contra el Pío X: pero la revolución, terminó bien.

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