Un jugador de Dalla Costa observa, detenido con la espalda cruzada ante el mar, el pasar de Las Palmas, Traslasierra, La Tonada, Club Social, El Rejunte y más equipos que provisoriamente se armaron para disputar la Liga y por una u otra razón, desaparecieron, no juegan más.
Y Dalla Costa permanece, como una barba inclinada y una bufanda, caminando encogido; transmitiendo valores, regurgitando conceptos mentales, entre fiestas y nuevas ninfas, Dalla Costa es el águila y la serpiente que acompañaban a Zaratustra.
Este es el decimotercer campeonato, ya jugamos doce y ganamos dos, o sea el 16, 6% de los disputados. En el 2003 había un equipo que se llamaba Necaxa: en el 2002 jugábamos contra Portofino, San José y Los Perales, los más antiguos.
Salimos campeones siendo presidente Duhalde, en los partidos nos acompañaban Zoilo y Enrique y llegábamos en un colectivito que partía desde Boulevard San Juan: se disputaba en las canchas detrás del Easy de Barrio Jardín, un predio con un organista matinal, baños de chapa y una cancha inclinada hacia el oeste.
Pasamos a Juniors y a Cacho, y después a Juniors. Si Dalla Costa fuese un pullover, sería punto inglés, en el Mar de Irlanda, ante un oleaje escandinavo, con barcazas pequeñas hundiéndose sin gritos ni lamentos: hay cardúmenes de atún en el fondo del bravío mar y hay formaciones que varían con la luna: el 3- 5- 2 ante Los de Afuera, la adaptación ante los equipos que corren mucho, la superación de los desordenados.
Nos molestan los equipos quejumbrosos, que se expresan como desinencias de los pitazos del árbitro y admiramos a los equipos que llevan chicas desmechadas. Nosotros nunca llevamos más que a la Nani, y algunos autos. Se vienen las épocas de frío, los partidos con el trasfondo rosado y alguna escarcha medianera en las puertas del club.
Y Dalla Costa permanece, como una barba inclinada y una bufanda, caminando encogido; transmitiendo valores, regurgitando conceptos mentales, entre fiestas y nuevas ninfas, Dalla Costa es el águila y la serpiente que acompañaban a Zaratustra.
Este es el decimotercer campeonato, ya jugamos doce y ganamos dos, o sea el 16, 6% de los disputados. En el 2003 había un equipo que se llamaba Necaxa: en el 2002 jugábamos contra Portofino, San José y Los Perales, los más antiguos.
Salimos campeones siendo presidente Duhalde, en los partidos nos acompañaban Zoilo y Enrique y llegábamos en un colectivito que partía desde Boulevard San Juan: se disputaba en las canchas detrás del Easy de Barrio Jardín, un predio con un organista matinal, baños de chapa y una cancha inclinada hacia el oeste.
Pasamos a Juniors y a Cacho, y después a Juniors. Si Dalla Costa fuese un pullover, sería punto inglés, en el Mar de Irlanda, ante un oleaje escandinavo, con barcazas pequeñas hundiéndose sin gritos ni lamentos: hay cardúmenes de atún en el fondo del bravío mar y hay formaciones que varían con la luna: el 3- 5- 2 ante Los de Afuera, la adaptación ante los equipos que corren mucho, la superación de los desordenados.
Nos molestan los equipos quejumbrosos, que se expresan como desinencias de los pitazos del árbitro y admiramos a los equipos que llevan chicas desmechadas. Nosotros nunca llevamos más que a la Nani, y algunos autos. Se vienen las épocas de frío, los partidos con el trasfondo rosado y alguna escarcha medianera en las puertas del club.
Apareció el cerdo de Pink Floyd!!
ResponderEliminarBueno, no sé si eso importa a alguien, ...pero alguien lo buscaba.
Coexistir tiene su encanto,...lástima que casi siempre hay alguien que por alguna mala razon, quisiera hacernos desaparecer. Aún si quisimos ser mejores personas cada día.
No hay que darle la espalda al Mar, me diejron una vez, ha que dejar que entre a traves de tu puerta, ...que son tus ojos. Asi se comprenden las cosas, casi todas las ecuaciones, ¡qué raro y que ironico, pensar que la cuarta parte de las cosas, se trata de ecuaciones...!
Recuerda y olvida,...pero vive.
saludos, equipo.
like your form to see I the world, I like your form to make poetry of him.
ResponderEliminarA great hug!
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