lunes, 2 de junio de 2008

ASI VIO EL PARTIDO EMILIANO BERGOGLIO


(Esta crónica la envió Emiliano Bergoglio, e ilustra su percepción del cotejo Dalla Costa 4, Laferrere 2)



La Comunidad de las Cebras. Dalla Costa 4: La Ferrere 2.

Viernes de frió en la ciudad de Córdoba, “el sábado es el partido”, decían los mensajes, todo el equipo estaba preparado para el encuentro, los lesionados, los que no iban a estar y los que fueron.
Sábado por la mañana, los mensajes seguían circulando: “¿me pasas a buscar?”, “nos encontramos en la parada”, “llevame un cospel”.
El día pedía cancha, pedía fútbol, el calor tierno del otoño decía: “pantalón corto”. Todo el equipo dispuesto a jugar, las camisetas limpias, el olor a jabón en polvo. El Negro dio la formación y las estrellas entraron en calor. Por los pasillos se escuchaba “no tienen medio campo”… pero la verdad que si lo tenían y corrían bastante, pero el alfajor de oro del partido supo qué hacer con ellos. En el primer tiempo de carrilero por la derecha y en el segundo de medio campista central, el Gonza los marcó, se tiró al suelo y corrió como en los tiempos en que Martín era joven (eso dicen las malas lenguas).
Con dos goles de Hernán (“Las dos torres”), un gol del Fede (“El retorno del Rey”) y uno de Barrilete, la Comunidad de las Cebras demostró ser contundente en el último cuarto de cancha. La defensa mostró pequeñas fallas, muy tontas, pero que le permitieron al rival convertir dos goles, insignificantes por cierto.
En la terna estuvieron Gonza, Hernán y Emi. El equipo decidió con Ley futbolera: “el que dejo todo en la cancha”.
Maxi llevó la cámara, filmó el partido y hasta pisó la pelota, todo quedó grabado, para que en otro momento podamos ver el estado triste en que se encontraba el campo de juego, como así también las pelotas que parecían globos de un cumpleaños de chicos de entre cinco y diez años, “¡para que pagamos!” se escucho decir por ahí.
Este no será un partido más, ya que se generó un nuevo premio, un nuevo alfajor “El no – alfajor de oro”, categoría producida por nuestro arquero, que prometió el Escorpión, pero que al momento de los papeles no llego a ser ni Cascarudo.
El sol se estaba yendo al finalizar el partido y el albinegro se iba abrigando. No faltaron las camperas, y a la voz de: “¿tenés lugar?”, “¿me llevás?”, los jugadores, con la victoria en la mano se retiraron para que el frió de la noche cordobesa no les atrofie ninguna parte importante.

2 comentarios:

COMENTARIO: