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Pese a empatar 3 a 3, el Deportivo Dalla Costa pasó a jugar la serie repechaje al tener desventaja deportiva frente a su rival, Atlético Laboulaye. El partido se jugó el sábado entre la tarde y el temprano anochecer, que dejó los últimos minutos en esa media sombra que da la tenue luz de la cancha 1.
Curiosamente, el albinegro estuvo las tres veces en ventaja, y fue empatado en sendas oportunidades, tras convertir Laboulaye dos goles de cabeza y un tercero luego de un extraño remate que ingresó en el ángulo izquierdo del arquero Marcos Cuenca.
Los goles albinegros fueron convertidos por el Tigre Bermejo y Slatan (2), destacándose la exquista habilitación de Mauri en el segundo, el centro de Gimeno en el tercero y el oportunismo del Tigre en el primero.
La primer mitad finalizó 3 a 2 a favor de Dalla Costa, que se vio claramente herido por la expulsión de Ale Gimeno, el motor a succión de la mitad de cancha.
Luego de la extirpación de uno y medio de sus pulmones, surgió un desconcierto que se prolongaría en el segundo tiempo, acentuado por el tercer empate al que llegó definitivamente el equipo de la soja, las 4 x 4 y el Fernet a la Piamontesa.
LA LESION DE HUGO
En una jugada promediando el segundo tiempo, un rival golpeó a Hugo Suárez en el aire, y al caer, este sufrió fractura de clavícula. Los movimientos hiceron recordar a la lesión de Peralta contra Indiana, allá por la Liga Jujeña, con mayor fortuna para el de Alejo Ledesma.
Hugo, tras permanecer varios minutos en el piso de la cancha, fue trasladado e ingresado en el sanatorio de Osecac, para que le hicieran exploraciones médicas. Luego, un grupo de amigos le acompañaron hasta llegar las 22. El lugar tenía una recepción a techo abierto, con cables, tubos de aire, aparatos eléctricos y paneles expuestos en primer plano. A la derecha había una recepción atendida por Brunilda la Sensata, una médica de fajina gris verdosa y dos enfermeras que dudaban de la ovata de algodón.
Hugo está bien y se suma a la larga lista de graves lesiones que Dalla Costa carga en el debe de su educación física anual.
LA ESTETICA DEL PERDEDOR
Con Alejandro Dolina y Charles Bukowski, la estética del perdedor es una que presenta al varón resemantizado, apartado de las triviales glorias que la mirada más inmediata de la mujer depara al ganador.
Cultivado por el margen del que ha sido despojado de algo que evidentemente quería, el perdedor sabe crear un valor alternativo y acudir al lugar correspondiente para que una nueva mirada le corresponda, quizá no de la Jessica Cirio del fútbol, pero si de una Gata Varela llamada repechaje, o ronda de perdedores.
Nosotros, Dallacostianos, no vamos por esa Luli Salazar de Laboulaye o Qué Broncón, ni por la Evangelina Anderson de Villa Cabrera.
No, a nosotros nos mira una Negra Vernaci, una Gabriela Toscano, algo de Irma Roy, porque no una valiente y combativa Irene Papas o Gabriela Acher .
Mucho más cómodos estando alejados de la luz que irradia poluta a los payasos y a la pasta de campeón, tenemos una revancha oscura en los arrabales de esta liga tanguera de la cancha cinco, que comienza precisamente y nada menos que con una eliminación.
No por eso, menos enfáticos en la intención.
Cuántas Glorias Carrá, Eleonoras Wexler y Lauras Azcurras van a caer en los blancos pantaloncitos cortos que dicen Dalla Costa bordado en negro con forma de bandoneón.
A quién creen que va a mirar Cecilia Dopazo, cuando vaya al predio y vea que Al Fiado enfrenta a Estelares, y al costado, está jugando Funebreros con Dallacó?
TANGUITO
Trumpet, el amigo, siempre de buen humor, repartiendo invitaciones para su obra. Con la camiseta que dice Trompeta, cantaba su complejo Dalla Có. Los de Laboulaye nos decían amargos, pero en la bóveda amarilla de su salón, el amigo respondió (el Zorzal del Banco Nación):
"Dalla Costa, putas y borrachos
en la noche de un viento de octubre
estuviste tres veces siendo mío y como siempre
con el vaso te despido
Amigo
Dalla Costa viejo amigo
que en el cruce te has quedao
bien sedao y empuñado
en tu gran contradicción
Dalla Costaa
que me hería y me decís
no te acerques porque ardés
con esta mina y este pardo
yo te vuelvo a sostener
Por la noche y ya caído
en la gran Valparaíso
los amigos ya no están
el pelado que nos cobra los rivales que festejan y la mina que se fue
a mirar a Qué Broncón
Dalla Costa
somos los mareados la barrita de amigos que el tiempo no olvidó
Dalla Costa
que tu amor en repechaje
nos encuentre en este barrio
con su oscura condición"
JUGAR
Y volver a jugar.