domingo, 7 de septiembre de 2008

UN ESTILO, UN JUEGO

En tanto partido de fútbol es poco lo que puede redactarse: como señaló una hincha del albinegro, se transmitió mucho más la emoción y el concepto que cada equipo siente ante el fútbol que una táctica o estrategia de juego.

Se jugó frente a un adversario que utiliza todas las debilidades de la liga para extremar sus posibilidades de triunfo. También hay que considerar que en el fútbol siempre existe la posibilidad de encontrarse con equipos de tal estilo, y es necesario desarrollar estrategias taoístas para afrontarlos.

Numerosos análisis se vertirán, junto a charlas enconadas e hipótesis explicativas. Circularán teorías sobre la derrota, nos seguiremos juntando. Pero ayer, por la noche, Dalla Costa hizo un asado donde Maxim el Gitano, Camarón y su comparsa, el gitano del imperio Johny y los murgueros, reivindicaron las bases y los elementales de la cultura albinegra.

Dos estilos, dos juegos.

Dalla Costa perdió 4 a 0 la final de la copa de campeones. Se comenzó perdiendo a los 16 del primer tiempo por un penal de discutida validez, ya que el delantero rival se llevó la pelota con la mano, al resguardarse frente a un rechazo de nuestro primer marcador central.
El partido fue más hablado que jugado, con permanentes escaramuzas, condimentadas por la lógica característica de los arbitrajes de una liga que castiga severamente la verbalización y es indiferente a la violencia efectuada mediante patadas y golpes de mano.
El segundo tiempo fue más confuso aún: sin poder establecer un patrón de juego, Dalla Costa se vio arrastrado por la propuesta del adversario: correr, meter, pegar. Hablar a espaldas de los jueces, emitir vociferaciones tales como: “arrancales la cabeza”, “ya los vamos a matar” y otras, que fueron diseñadas por sus principales estrategas- embajadores, quienes decían:

- Péguenles, péguenles y háblenles.
Y Dalla Costa habló y se quejó, como nunca. Nervioso, alterado (siendo otro diferente a lo que es). Dalla Costa protestando. Dirigiendose hacia un Gran Otro que no daba respuestas. Gritos y reclamos, el albinegro nublado por su indignación, por el pasado con este rival.
La historia con este rival, burlona, tricker del desarrollo del juego. Trampa, albiengro, caíste en la trampa- Mansilla contrariado ya quería poner bombas en el cielo

Luego del 2 a 0 el albinegro quedó con ocho jugadores, los enriedos se sucedían con diálogos bravucones. Tras este gol, el arquero rival se tomó los genitales frente al banco de suplentes y señalaba a nuestros hinchas. “Es su estilo, es su juego”- justificaban.
Fer Bermejo pasó a atajar al irse expulsado Trumpet y los últimos minutos fueron un intento de que las cifras no lleguen a mayores.

Un estilo, un juego: una liga amateur de fútbol barata como la jujeña, diseñada para que estudiantes con escasos ingresos puedan jugar al fútbol de una manera organizada, tiene falencias que resaltan solo si se las examina con la lupa de la perspectiva global y comparativa.
Por ejemplo, los árbitros no lo son, sino que son amigos y organizadores que se hacen unos mangos; no hay ningún tipo de custodia, no hay servicio de salud (el médico que trabaja hace cinco años se recibió a principios de este) y los sistemas de control y observación, penalización y reglamento, son sumamente desorganizados, espontáneos e intuitivos.

Sin embargo, estábamos cómodos y comprometidos en este espacio porque tales señalamientos son superados por la actitud de equipos, que, concientes del marco en el cuál se desarrolla el juego, disminuyen sus reclamos y pretensiones al encontrarse con estos límites. Qué sucede con los que explotan su
afinidad esencial con la transgresión...

Cuando aparece un equipo así, que abusa de estas fragilidades, que hace del golpe, la amenaza y la mala intención su estilo, su juego... el emperador queda desnudo.
Ya ocurrió en otras instancias: San Fernando, que pegaba y jugaba, Indiana, etc... La fórmula para llegar arriba. (Esto es fútbol- se dice... Qué pretendemos, a nuestra edad y en estas condiciones- se responde)
A veces se pierde, a veces se gana...

La liga jujeña no va a revisar sus condiciones, porque es su espíritu fundacional: humildes estudiantes que pudieron generar un espacio de encuentro a un costo ínfimo. Esfuerzo loable, de muchos años de tradición. Su apuesta al crear la C: ampliar su oferta a equipos sin la idiosincrasia norteña, creyendo que la misma estructura podía soportar diferentes ambiciones, estilos y juegos. Hoy revisan su apuesta. Revisarán sus creencias?

Quedan pocas dudas que se puede llegar muy lejos simplemente extremando los límites que desde la organización se van a implementar.

Como ejemplo basta que:

En el partido de ayer un defensor rival llevaba tres codazos, piñas, dos patadas de atrás, todas observadas por el árbitro y jueces de línea.
Observar el rostro del juez era ver el miedo. Caminaba hacia atrás, murmuraba que no lo podía ver todo. Mientras tanto, otra patada. Cruces violentos de tres contra uno, a "llevarse puesto" lo que esté por delante. Cuando se reclamaba, venía la amarilla. Y el hartazgo del juez.

Hay sentencias deportivas que cruzan el ambiente, provenientes desde todos los pasados de este deporte:
- El fútbol es para hombres, y ser hombres incluye e implica la patada y el insulto
- Son estilos, son formas de juego. Se gana dentro de la cancha
- Hay que ser inteligente para jugar estos partidos, gana el más inteligente
- Cuando confrontan dos estilos, uno arrastra al otro
- No hay que llorar
- El fútbol es para hombres
A Víctor Nogaro no le gusta ver a Dalla Costa tan confundido. Enemistado con su esencia.
Se perdió, y no es para tanto- dijo su primo Waldemar Nogaro, balanceando los pies sobre un tronquito. Los otros, los de negro, son también unos ( y señaló hacia abajo, al tronco mismo) pero son más fuertes.
- Se va a volver- respondió Nogaro, indescifrable
El Negro Palacios, indignado, insultaba al arquero gozador desde atrás del alambrado. rolo y Gonza, próceres albinegros, se fueron llenos de bronca.
Desde este enmarañado mundo de interpretaciones, se superponen, como serpientes breves , las imágenes de ese ex jugador de Dalla Costa festejando goles tocándose los senos, burlón; también a Marquitos Luna tocando la guitarra diciendo que jugaba en el albinegro donde sea.
Aún veo al árbitro Toledo abrazado al más violento jugador del rival, la cara de desazón de David comunicándonos que nos habían echado de la liga; se escuchan los diálogos entre el rival organizador dentro de la cancha y su segundo marcador central sobre como y cuanto había que pegar y describiendo en voz alta lo malo que somos nostros; el Emi Bergoglio sin anteojos queriendo manejar.
En rocas de cristal, serpiente breve (Don Luis de Góngora).

2 comentarios:

  1. La pregunta es: ¿los jujeños, sabran que dice?... escuche en la cancha ayer "aprende a leer", es muy probable que no hayan leido el reglamento, que alguien les explique "un codazo es roja, no amarilla"... pobre, estan pobres de capital intelectual.
    El 8.

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  2. los ganadores no son los que no caen nunca, son los que caen y se levantan.
    AGUANTE DALLA COSTA!!

    Trumpet (más taurino que nunca)

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