jueves, 26 de noviembre de 2009

LAS FASES DE JUAN PABLO ZORZA

A mediado del año 2001 apareció una tarde Juan Zorza con su amigo Righetto por la cancha 1 de la ciudad universitaria. Tenía aspecto de marcador de punta de un club de barrio sueco. Sacaba pecho y se proyectaba por la banda derecha, daba pasos largos y cada tanto mechaba uno corto. Parecía un jugador de fútbol, serio y conceptual.
Hablaba con frases largas y ademanes de ingeniero. Venía del sur y se proyectaba al norte, casi hasta tenía gol.
A las dos semanas nos dimos cuenta que era dalla costeño. Sonreía y por ahí pasaba el faso. Empezó a frecuentar lo de Checho, siempre con una preocupación académica camuflada. Tenía los pies verdes, jugaba bien, no era áspero ni habilidoso, tenía una corrección que tranquilizaba.
Empezó a ser esencia cuando nos llevó a la liga jujeña: se mezclaba con jugos de mujer porque quería bañarse de Nueva Córdoba. Le apretaban los ojos o los músculos de la espalda:
Una noche, una chica del interior le preguntó:
- Quién?
- No te puedo decir nada- y cambiaba de tema con adecuadas estrategias de discurso.

Tenía un departamento amplio con cierta influencia de la Europa más bohemia, cerca de la terminal. No había problemas en juntarse allí para intentar que el albinegro se haga club.
Eso en tanto pato. Como gallo llegó a sentir que la médula de la provincia mediterránea tiene demasiadas italianas… “están esquivando charcos (los sábados) y jugando en ellos (los domingos)”- parecía enojado, pero solo estaba serio.
Fue así que se convirtió en Juancito, y en Dalla Costa no hace falta presentación. Tiene arrugas en la derecha de la sien, un juicio caudaloso cuando observa partidos, la camiseta negra y blanca en su penthouse de Banda Norte y a veces es un río.
Por ejemplo, hoy Juan Pablo es agua. Fue el número 4 de Dalla Costa en la época en que Petaco desbordaba para volver a desbordar. Fue de los primeros que trajo a Nietzsche a los vestuarios, el que dijo que el existencialismo es un humanismo, que pasó de la psicología social a las neurociencias y a la epidemiología conceptual.
No fue el número 4 de Dalla Costa sino que el tiempo se lleva las cosas por delante. Por eso está organizado en fases. Por ejemplo, Juan atravesó estas cinco:

Atenta concentración: llega a Dalla Costa, serio. Uno de los mejores promedios en la historia de la Facultad, fútbol y fútbol.

Caramelo azul: comienza a frecuentar la ventana, atraviesa la línea Dalla Costa. Se proyecta y marca, con Righetto pegan y juegan. Protección y personalidad.

Solo de violín: más Dalla Costa que fútbol. Calle Buenos Aires, Viejo Bar y organización de ideas. Mucho Dalla Costa, cierto liderazgo, pierde proyección, el estado físico se parece al de todos.

Ensayo y error: Dalla Costa, Juan. Ya no corre mucho, se rie y espera el post partido para pasarla bien. Adaptación total. Tendencia de regresión hacia la media.

España: se fue a Granada, después a Río Cuarto y Banda Norte. Tiene la camiseta blanca y negra en la pared, la mira todas las noches. Deja la computadora encendida, se prepara unos mates, mira la pared.

Y se rie.

1 comentario:

COMENTARIO: