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Sin embargo, lo más asombroso ocurre en el bar de la Esso: tres muchachos y dos chicas toman un café, de la mano, con las camisetas de Dalla Costa puestas. Amarrada a uno de los asientos, una bandera negra y blanca dice: Chubut es de Dalla Costa.
Me detengo a revisar la inscripción y sonrío, incrédulo, cuando una de 24, que sale del baño, musita: Vos no jugás en el albinegro?
Todos se dan vuelta, y me miran:
Todos se dan vuelta, y me miran:
Si- dice el muchacho- es Peralta, el del codo luxado!
- No, por las canas ya debe ser el tío (y se ríen).
- No, por las canas ya debe ser el tío (y se ríen).
En Trelew, por esas cuestiones de la distancia y la falta de equipos locales de fuste, se han hecho fanáticos de la Liga Jujeña en Córdoba. Entran a la página (siempre desactualizada) y protestan porque recién los viernes está la información. Entonces, varios han entrado al blog del Deportivo, y, conociendo a sus “players”, se han hecho hinchas.
¿Es cierto que Marquitos Luna comió naranjas en Budapest, y se las tiró a un diputado?- me dice una morocha, más bien petisa.
¿Y es cierto que El Hombre Trompeta inflaba globos de forma profesional, y que era el único que hacía el escorpión con una tanga en la cabeza? – pregunta una colorada de pecas.
No te puedo creer, Peralta, que estés acá- me dice la de 24, que mirándola bien, tiene labios como aceitunas, ojos de almendra y una perfecta nariz trigueña, entre sus cabellos también morenos y lacios. Y tiene un cuerpo firme, de cruz, y piernas cubiertas por el frío, largas.
Deme un beso, Peralta. Y cuénteme de España.
En la gomería, aclaro:
- No soy Peralta
Se retira y con el brazo extendido me dice: Pero jugás en Dalla Costa
- Hace mucho
- Otro gil.
Me da un beso, se toca el cabello, prepara unos mates y la tarde va.
La mayor parte de la ciudad es hincha de Dalla Costa, pero en algunos barrios, sobre todo los más acomodados, hay fanáticos de la Legión y de Hurlingham. Los más populosos hinchan por Estación Flores y Chupanqui, las señoras recién operadas de los pechos y con colágeno en los labios son de San José, los abogados y los garcas se han hecho “supporters” de Porto Fino e Indiana.
Los pibes de la plaza son del albinegro, así como los docentes y los estudiantes de historia. En los cafés hay dos viejos de Los Perales, y las minitas de 15 a 17, de los colegios secundarios, son “fanas” del Klan del Felpa.
En el puerto, los obreros izan la albinegra, a la mar, y prometen entregarnos una sirena a cada uno, o un kilo de merluza, si ganamos al menos una definición por penales…
En la proa del Santa María, un marinero revolea una palometa y sin un diente grita: Qué Marull no sea careta y haga Kinotos al Rhum, acá, con lo muchacho del sindicato!- y se alejan, entre las olas, con la 7 de Petaco puesta sobre las camperas azules.
"Yo maté a Mozart"- arengan entre carcajadas. Y a varios más, je je...
Qué haga "Yo no maté solo a Mozart" y siguen haciendo gracias, como un punto amarillo entre lo verde y azul.
Otros trapos vistos en la ciudad fueron:
- Viva Dalla Costa
- Basile, el Santi es argentino
- Simeone, el Emi también chupa
- Cúneo Libarona, para cuando Pardo en el buffet?